sust. fem.
Ciencia que tiene por objeto la descripción de las diferentes razas humana aportando con ello el material necesario para el posterior estudio y síntesis de las mismas, cuya labor corre a cargo de la etnología. Para llegar al estudio de las razas en lo concerniente a sus caracteres etnográficos es preciso ante todo el conocimiento de su constitución mental; es en la psicología donde debe buscarse la verdadera diferencia entre unas y otras, pensando que toda raza tiene dos elementos fundamentales, el carácter y la inteligencia, de gran importancia el primero en su desarrollo histórico. La mayor parte de los autores dividen a la especie humana en: blanca, amarilla y negra. Pero estas grandes divisiones son arbitrarias por cuanto existen muchas razas mixtas. Por otra parte, las emigraciones de pueblos, colonizaciones, guerras de conquista, etc., a lo largo de la historia han motivado que en la actualidad los grupos étnicos completamente puros sean verdaderamente escasísimos. La raza blanca, o caucásica, llamada así por que en el Caucáso se supone que aparecieron sus primeros representantes, se dividen en tres ramas: Nórdica, Mediterránea y Alpina. La nórdica, caracterizada por el pelo rubio y los ojos claros, constituye el elemento principal de Gran Bretaña, y de Escandinavia del norte de Europa y ciertas regiones del NO de Asia, gran parte de la población de América del Norte, de Australia y de Nueva Zelanda, y también en antiguas colonias establecidas en Europa, Asia y el norte de Africa. La rama llamada mediterránea forma el más importante elemento étnico de las penínsulas Ibérica e Itálica: comprende además, la gran parte de Europa Occidental, los pueblos que predomina en el norte de Africa, en Arabia, en el Sur de Persia y los Dravidianos, que ocupan parte de la India. La alpina, además de existir en la región de los Alpes se extiende por Alemania, los Balcanes, Rusia, Asia menor, Turquestán y parte del Norte de Asia. Constituyen la raza amarilla o mongólica, los mongoles meridionales chinos, japoneses, tibetanos, birmanos y siameses), los malayos, los polinesios, los neozelandeses, maoríes, y los mongoles septentrionales (turcos, turcomanos, búlgaros; magiares, lapones, fineses, samoyedos, kirguises y ostiacos). Según teorías modernas, no obstante tener los mongoles septentrionales una mezcla de sangre amarilla, pertenecen por completo a la raza blanca. La raza negra comprende los pueblos negros de Africa, los hotentotes y bosquimanos del extremo sur africano, los negrillos o pigmeos del Congo, los negritos de Filipinas y las islas Andamán, todos los melanesios, papúes con representación en el Brasil y Estados Unidos Meridionales, donde fueron exportados cuando se les hacia objeto de mercancía. El tipo americano, de tez de color cobre rojo, que según la mayoría de autores debe ser incluido dentro de las raza amarilla, forma, núcleos (caribes, araucanos y pieles rojas), cuya fusión con individuos de la razas blanca y negra, ha dado origen en una importante población de mestizos (zambos, mulatos, cuarterones, etc.). Además de las razas y tipos hiperbóreos, que habitan las tierras polares.
adj.
Etnográfico, ca.